Las notas aromáticas más utilizadas en fragancias para hoteles suelen ser aquellas que evocan sensaciones de frescura, limpieza y lujo, con el objetivo de crear una experiencia acogedora y memorable mejorando la percepción del ambiente y la estancia para los huéspedes.
Cítricos: Limón, naranja, bergamota y mandarina.
Estas notas aportan frescura y energía y son muy efectivas para crear un ambiente limpio y revitalizante.
Flores blancas: Jazmín, gardenia y lirio de los valles.
Estas notas suelen utilizarse para aportar una sensación de elegancia y serenidad.
Hierbas y verdes: Lavanda, romero, menta y té verde.
Estas notas tienen propiedades relajantes y suelen evocar una sensación de bienestar y calma.
Maderas: Cedro, sándalo y vetiver.
Las notas amaderadas son populares por su capacidad de aportar calidez y sofisticación a los espacios.
Acuáticas: Notas que evocan la brisa marina o la frescura del aire libre, perfectas para crear una sensación de amplitud y limpieza.
Especias suaves: Canela, vainilla y clavo.
Estas notas aportan calidez y confort y pueden hacer que los huéspedes se sientan como en casa.
Aromas frutales: Manzana, pera y frutos rojos.
Las notas frutales añaden un toque de dulzura y frescura, creando un ambiente acogedor y agradable.
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